miércoles, 31 de julio de 2013

PROTOCOLO EMPRESARIAL

Gran parte del éxito personal, profesional o empresarial, depende de las buenas relaciones que tengamos con los demás.  En el ámbito laboral, las buenas maneras y el comportamiento adecuado estimulan, fomentan y crean ambientes propicios para construir relaciones convenientes.  El protocolo y la etiqueta facilitan este encuentro con todos nuestros grupos de interés, también llamados stakeholders.

"No se trata de reglas rígidas, estrictas e inflexibles que no se puedan adecuar al mundo actual, si no de maneras cordiales y buen comportamiento que ayuden a edificar puentes de dialogo que creen valor".
El protocolo es capaz de ayudarlo a desarrollar un estilo propio y único que permita posicionar su marca, en la mente de sus clientes, permitiendo su fidelización y dificultando el acceso a sus competidores.
Marcar una diferencia empresarialmente se puede lograr por la calidad del servicio que se brinda, por el empaquetado del producto que se ofrece, por el precio competitivo, el logo que lo representa, por muchos otros factores; en realidad la esencia de esta ventaja radica en el conjunto de aspectos comunicativos que trasmite la empresa y como y quienes los trasmiten, desde el correo electrónico que sale del buzón de una secretaria, hasta las notas de prensa de los directivos, como el saludo de un conserje.
Para efectos de normar todo el proceso empresarial, se suele diseñar un Manual de Protocolo y Comunicación, que congregue un conjunto de normas y recomendaciones que, aplicadas adecuadamente, contribuirán, permitirán, facilitaran, el desarrollo de las relaciones humanas dentro y fuera de la empresa, reforzando armónicamente la imagen integral que comprenda un estilo propio, el cuidado de los detalles y la personalidad única de la organización.
Un Manual de Protocolo y Comunicación ha de convertirse en un elemento fundamental de la comunicación interna y externa, ya que concentrará todos los aspectos que norman las actuaciones protocolarias de la organización y se regirá por criterios basados en las características generales de la empresa, su misión, visión, valores, objetivos, metas, actividad y otras más.

 
Sin lugar a dudas se puede aseverar que la aplicación del protocolo en el mundo empresarial, permitirá, a corto, mediano y/o largo plazo, que cualquier inversión resulte productiva, satisfactoria, atractiva, rentable como indiscutible y auténtica.
 
Para facilitar el buen desarrollo de estas actividades, que permita armónicamente las relaciones institucionales con todos sus stakeholders (clientes, proveedores, colaboradores, organizaciones sociales, instituciones públicas, etc.), se hace presente la Identidad Corporativa.

 
Se puede decir que todo en el mundo empresarial se puede copiar, imitar, plagiar: la tecnología, campañas publicitarias, estudios de marketing, líneas de producción, estilos de dirección, pero la cultura corporativa representará esa identidad única y singular imposible de duplicar o reproducir.

Para conseguir una diferenciación, difícil de abatir y de imitar por los competidores, así como mejorar las relaciones hacia dentro y viceversa en la organización, la Identidad Corporativa, no sólo se debe basar en establecer una marca y difundir los colores corporativos, sino que además tiene que desarrollar un estilo propio y diferente, fomentar el cambio cultural y mejoramiento continuo, así como un comportamiento organizacional orientado hacia la calidad y trabajar en optimizar los canales de la comunicación.
 
“La identidad corporativa, es la propia personalidad de una organización.”
p/en buena onda

1 comentario:

  1. Esta buena la información pero les falta ser un pocas específicos en si que se trata o que es el protocolo

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