viernes, 6 de diciembre de 2013

Es Navidad, pero . . . ¿Dónde me siento?

Tenemos la casa llena de invitados y la típica pregunta que se repite siempre es . . . y ahora ¿dónde me siento?.

Si estamos organizando una cena navideña en familia, tenemos que saber el número de invitados que vamos a tener.   Como se trata de una reunión familiar no es que vayamos a utilizar el sistema de colocación de invitados francés o anglosajón, pero si tenemos que mantener un orden que garantice el éxito de la reunión.  Generalmente, las cabeceras de la mesa se dejan para los anfitriones de la casa o bien los abuelos o invitados de mayor edad.   Si en caso la mesa la presiden los anfitriones los invitados de mayor importancia, ya sean abuelos o personas mayores, éstas serán ubicadas al lado derecho e izquierda de los anfitriones.

Para estos casos de reuniones familiares, el objetivo es buscar la funcionalidad, es mejor colocar a los niños más pequeños junto a uno de sus padres para mayor control.   Las personas adultas sin niños pueden ser ubicadas considerando razones de cercanía o amistad.
Evitar juntar personas que mejor se lleven para evitar que la conversación no se comparta con otras personas.   Los que no se lleven de hecho ubicarlos separados.

Solo para aclarar las diferencias, lo que usualmente se haría en una reunión que no es familiar, como la navideña, sería ubicar de forma intercalada hombres y mujeres; asimismo de haber invitados que no hablan el idioma de la mayoría, se les ubica junto a las personas que si hablan su idioma, para evitar aislarlo de las conversaciones y que no sienta solo.

Si lo que deseamos es no complicarnos con el tema y tenemos un grupo numeroso que atender, podemos cortar rectángulos de cartulina, doblarlos y escribir en ellos el nombre de cada invitado, los cuales se ubicarían delante de los platos con el nombre hacia el comensal para que pueda ubicar rápidamente su sitio y de esta manera se acabó el problema.

Ante la ausencia de algún invitado y con un sitio vacío podemos hacer dos cosas: esperar al invitado, o bien retirar el servicio y hacer un leve desplazamiento de los sitios que cubra esta ausencia.
 
Y si por el contrario llega un paracaidista de último momento, tenemos que estar atentos y haber previsto este hecho con anterioridad para solucionarlo de inmediato, procediendo a acomodar rápidamente un puesto adicional.
 
p/micali.

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