viernes, 3 de enero de 2014

LA COPA



La existencia de la copa, utensilio para beber líquido, es tan antigua como la del propio humano. En el inicio de los tiempos, bastaba con atrapar el agua juntando las manos, posteriormente ya se usaban depósitos de diversos materiales y orígenes, como los cuernos, trozos de madera, piedras con erosiones, hasta inclusive cáscaras de frutas y otros.

El descubrimiento del barro cocido generó un sin número de posibilidades, no solo se fabricaban contenedores para beber, si no tambien para guardar alimentos o para cocinarlos.

Según los estudios de la sociedad del antiguo Egipto, a los invitados se les ofrecían copas de vino, de diversos materiales y diseños, desde el simple cuenco, bol o tazón hasta sofisticadas copas de cristal, cerámica, bronce, latón e incluso también plata. Se ha llegado a establecer que los menos pudientes utilizaban copas de barro.

Cuenco, bol, tazón

El vino se ofrecía al comienzo de las celebraciones o banquetes y era bebido durante toda la comida.

La historia nos cuenta que Romanos y fenicios usaban una única copa para toda la familia, esta era muy grande y pesada y se colocaba en la mitad de la mesa para ser compartida, era todo un lujo.

La Edad del Bronce es el período en el que se desarrolló la metalurgia de este metal, resultado de la aleación de cobre con estaño, a partir de aquí se empezó también la fabricación de copas de este material.

Al aparecer la técnica de soplar el vidrio, se hizo fácil el poseer copas de vidrio, aunque seguían siendo caras además de muy frágiles. Pero con el paso del tiempo la técnica utilizada para trabajar el vidrio mejoró el producto final, logrando también bajar su precio.

En el Renacimiento se produjeron nuevos diseños realmente rimbombantes, exagerados con nuevos materiales e incrustaciones de piedras preciosas, muy propios de la época.


Durante el siglo XVII se cambia el vidrio por cristal, material más brillante y más maleable que éste.


En el año 1977 se certifican las copas de degustación. La forma, el grosor del cristal y hasta el color de la copa influyen mucho a la hora de degustar un vino, asi como en la percepción que tendrá el catador sobre la bebida.

Existe una gran variedad de tipos de copas, de diseños tradicionales como modernos, pero podemos concentrarnos en los principales:

Copa balón o copa globo: es la más usada de todas las variedades, se utiliza para servir vino.


Copa flauta: Usada para servir champagne, espumante.




Copa tulipán: Usada para servir champagne, espumante.



Copa de hostelería: Fornato diseñado para hoteles.



Copa jerez o sherry: Diseñada para servir digestivos, tiene poca capacidad.


 Varias


Datos interesantes:

Durante la Edad Media se creía que bastaba con beber de una copa hecha con el cuerno de un unicornio para librarse del mal causado por cualquier veneno.

Probablemente la copa más famosa sea la del Santo Cáliz (o Santo grial), la mítica copa que uso Jesús en la Última Cena y a que se le atribuyen poderes sobrenaturales, tales como curar las enfermedades o la vida eterna.

p/en buena onda.

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